18 may 2011

Harold Camping: el 21 de mayo, el fin del mundo y la biblia



Según Harold Camping y sus seguidores, la agenda del día del juicio será así:
  • En algún momento antes de las 6 de la tarde del 21 de mayo de 2011 todos los verdaderos creyentes serán llevados directamente al cielo o “arrebatados”. Camping y compañía al parecer piensan que esto sólo involucrará un pequeño número de personas. Las multitudes que sean dejadas perderán cualquier oportunidad de salvación. Como bien dijo uno de sus seguidores: “Si yo estoy aquí el 22 de mayo, seguramente iré al infierno.”
  • A las 18:00 hora del pacífico en los EEUU, ocurrirá el más grande terremoto que jamás haya ocurrido. Este terremoto aparentemente se extenderá a otras partes del mundo correspondiendo a las 18:00 horas en diferentes zonas horarias. Esto implica que el cataclismo empezará en la Cuenca del Pacífico.
  • Los siguientes cinco meses habrá “una historia de horror sin medida”, como Camping expresa. Aquí será cuando todas las horríficas predicciones del Apocalipsis tomarán lugar.
  • Entonces, el 21 de octubre, el mundo se acabará para siempre. Destrucción completa. Todos irán al infierno.
A menudo he reflexionado cuán popular es el fin del mundo en estos días. Las recientes películas sobre el fin del mundo vienen a mi cabeza:
  • 2012 (¡No podía faltar en la lista!)
  • Presagio o Cuenta regresiva
  • El libro de Eli
  • Armagedón
  • El día que la tierra se detuvo
  • El día después del mañana
  • Niños del hombre
  • Batalla de los ángeles
  • Soy leyenda
  • La carretera
Este voyeurimo del fin del mundo nos atrae. Así como queremos ver la violencia sin llegar a herir a nadie y experimentar la aventura sexual sin ser infiel, también queremos ver el mundo destruido y luego ir a casa y tomar una siesta. Por eso la gente paga una buena cantidad de dinero para ver películas sobre el fin del mundo, pero cuando viene un tipo como Camping que realmente cree en ello, lo echan a palos.
¿Qué pasó con el fin del mundo en 1988?
Pero eso es el Apocalipsis Hollywoodiano. ¿Qué pasa con las predicciones de inspiración bíblica? El siglo pasado ha visto un aumento dramático en las predicciones sobre el fin del mundo, en particular desde la creación del Estado de Israel. Para los muchos amantes de la profecía, este evento parece confirmar que: a) la profecía bíblica debe ser tomada literalmente y b) que a causa de esto, el final está cerca.
Recuerdo una de esas predicciones bastante bien. Sucedió en el verano de 1988, justo antes de que me fuera al instituto bíblico. El ex ingeniero de la NASA (¡Oh, Señor, sálvanos de los ingenieros que se convierten estudiantes de la Biblia!) Edgar C. Whisenant escribió un pequeño libro llamado 88 razones por las que el arrebatamiento será en 1988, del cual una copia fue enviada por correo a cada pastor en el país. Dado que mi papá era un pastor, él recibió una también. Recuerdo haber leído el libro y ojeado al azar algunas de las razones. Estaba muy impresionado por las conexiones que el tipo había realizado. Había reunido toda clase de minucias de la historia relacionadas con fechas, nombres, duraciones de reinados, ciclos solares, ciclos lunares, versículos de la Biblia, el griego, hebreo, arameo. Lo que quiero decir, es que sea lo que fuera estaba allí: todas las referencias cruzadas atadas con un lazo, con un pequeño y bonito moño en la parte superior y con la etiqueta ‘1988’. Lo que pensé fue: “Hombre, esto es realmente convincente. Sólo el peso de la evidencia dejará su impacto. ¿Cómo se podría haber ordenado todo esto y no apuntar hacia algo real?”
Pero por extraño que parezca, el libro nunca estuvo cerca de convencerme. Deber haber sido porque yo ya estaba firmemente plantado en la posición: “Nadie sabe ni el día ni la hora.” Jesús y otros también la afirmaron. Yo no estaba ahí sentado el 13 de septiembre de 1988 esperando la venida del señor. Pero el libro sí me convenció de una vez por todas de otra cosa: las matemáticas apocalípticas no se suman, incluso cuando parecieran que lo hacen. Desde entonces no presto atención a todas las minucias de estos argumentos. Es decir, ¿cómo puedo hacer esto? Whisenant fue un genio en esto y aún así estuvo mal. Así que aquí están algunas de las razones por las que este enfoque nunca va a funcionar (aparte del hecho de que después de un gran número de intentos nunca ha funcionado).

Por qué las matemáticas apocalípticas no se suman
La historia no es muy precisa
He estudiado la historia lo suficiente como para saber que el tipo de precisión de fechas requerido por las matemáticas apocalípticas es inalcanzable. Realmente, hay tres o cuatro fechas de la historia en las que uno puede confiar. De ahí está todo lo demás. Por ejemplo, nuestro calendario gregoriano está fuera de tiempo por cuatro años. Esto significa que Jesús nació “antes de Cristo” y que el “año 2000” en realidad se produjo alrededor de 1996. Respecto a la historia bíblica, es aún peor. Las complejidades de la integración de los diferentes sistemas de datación, el hecho de que los antiguos no fueron siempre tan cuidadoso con las cronologías, y de que a veces los autores bíblicos ajustan los datos a números simbólicamente significativos, inserta una enorme cantidad de ambigüedad. Así que para mí, cualquier argumento que utiliza cálculos exactos de fechas para predecir el fin del mundo es altamente sospechoso. Argumentos que predicen con la exactitud de un día particular son ridículos. Simplemente no es un ejercicio factible.
Acerca de las fechas de Camping
Toda la predicción de Camping está basada sobre la absurda afirmación de que él ha calculado el inicio del diluvio de Noé, el cual se supone fue hace 7,000 años. Según él, la creación ocurrió hace 13,000 años. “La biblia es muy precisa,” nos dice Camping, “así que cuando armonizamos el calendario bíblico con nuestro moderno calendario, sabemos que el año de la creación fue el 11,013 a.C.” Pero tal precisión sólo pueden ser alcanzada por la introducción de algunas presuposiciones considerables, tales como:
La biblia es un libro muy analítico. No está escrita de tal manera que se fomente el análisis subjetivo o el razonamiento filosófico (2 Pedro 1:20). Está escrita como un libro de ingeniería, en donde la verdad se presenta como un hecho absoluto [Ambas citas fueron tomadas de Estamos casi allí (en inglés)].
He leído la Biblia un poco y debo confesar que la comparación con un libro de ingeniería ¡nunca se me ocurrió! (Una vez más pido: “¡Señor, sálvanos de los ingenieros que se vuelven estudiantes de la Biblia!”).
Sé que a la mayoría de nosotros nos ataca repentinamente un profundo sueño cuando alguien comienza a describir todos estos cálculos cronológicos, pero tengo que dar por lo menos un ejemplo aquí para mostrar el tipo de ambigüedades que Harold Camping “soluciona” mil veces en sus escritos. En Génesis 11:26 dice que Taré tuvo tres hijos a la edad de 70 años: Abram, Najor y Harán. Camping señala que esto no pudo haber sido el caso a menos que fueran trillizos. Así señala, basándose de otros pasajes, que Abraham realmente debió haber nacido sesenta años más tarde, cuando Taré tenía 130 años [Ver Cuándo Adán (en inglés)].

Dice: "¿Haz oído la gran noticia? ¡El fin del mundo está cerca! La Biblia lo garantiza"
No sé ustedes, pero estoy reaccionando algo tarde. ¿Acaso no era este el libro [la biblia] que presenta de manera absoluta y precisa los hechos y fechas?¿No que es como la ingeniería? No hay lugar para ambigüedades, ¿o sí? Pero, sin embargo, ¿su clara declaración sobre el momento del nacimiento de Abraham es incorrecta? ¿Dónde quedaron las instrucciones y mediciones precisas?
Si damos un paso fuera del marco de Camping, por un momento podremos ver algunas otras explicaciones. Por ejemplo, que Taré podría haber tenido varias esposas y que hayan dado a luz a tres hijos a la vez. O que los tres nacieron en esa época y que el 70, siendo el número de integridad y lo suficientemente cerca, parecía el adecuado para su uso. Lo importante aquí es entender que Camping toma muchas, pero muchas decisiones de este tipo respecto a la cronología bíblica. El resultado final, es ambigüedad sobre ambigüedad; y en realidad, es una tontería suponer que cualquiera podría meterse a través de todos esos datos y llegar a una cronología del todo correcta.
¿Qué clase de libro es la biblia?
La sorprendente congruencia de los cálculos apocalípticos de alta complejidad tiene que ver más con la persona que está armando los cálculos que con los mismos números. Si uno tiene la paciencia y juega con cifras suficiente tiempo, se encontrará muchas corroboraciones y coincidencias sorprendentes. Pero hay una cuestión más profunda aquí también, la cual los adeptos a las matemáticas apocalípticas realmente nunca abordan: los apocalípticos suponen que la presencia de congruencias es una justificación en sí, que si se puede discernir conexiones esto significa que éstas tienen un significado. Pero, ¿por qué? La Escritura nunca se presenta como una especie de rompecabezas cronológico. Por el contrario, las pocas veces que estas cuestiones cronológicas se plantean, es desaprobado:
  • Hechos 1:7 – “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad.”
  • Mateo 24:36 – “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.”
  • 2 Pedro 3:8 – “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” (El punto aquí es que el tiempo de Dios no es como el nuestro, así que no tratemos de entenderlo. No es una clave para discernir la matemática profética).
Por cierto, ¡Koheleth lo aprueba todo!
La justificación que da Camping para su enfoque es una conclusión completamente errónea. Él dice que Eclesiastés 8:5-7 muestra que la Biblia fue “dada a la humanidad para que ésta pueda conocer la línea de tiempo de Dios de la historia”:
El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. Porque para cada propósito hay tiempo y juicio, por lo tanto la miseria del hombre es grande sobre él. Porque él no sabe lo que será: ¿pues quién podrá contarlo cuando sea? (Camping usa la antigua versión en inglés King James Version).
La frase clave aquí es la del hombre sabio que “discierne el tiempo y el juicio.” Para Camping esto se traduce en: “Si uno estudia la biblia con mucho cuidado, uno se encontrara cuándo ocurrirá el tiempo del juicio.” Por desgracia, eso no es lo que se discute en este pasaje. ¿En qué momento en el contexto del texto aparecen números apocalípticos? Este pasaje pertenece a una sección que habla acerca de obedecer al rey, y de ser sabios cuando se llega ante él a presentar una solicitud. “No se apresure con algo como esto”, dice Koheleth. “El hombre sabio será inteligente sobre su calendario y su método.” La Nueva Versión Internacional hace más claro esto:
El que acata sus órdenes [las del rey] no sufrirá daño alguno. El corazón sabio sabe cuándo y cómo acatarlas. En realidad, para todo lo que se hace hay un cuándo y un cómo, aunque el hombre tiene en su contra un gran problema: que no sabe lo que está por suceder, ni hay quien se lo pueda decir.
Pero para Camping este verso significa que “el verdadero creyente puede saber mucho sobre el calendario de la historia, incluyendo muchas verdades acerca de la oportunidad del fin del mundo.” También hasta saca las nociones más aisladas como, si uno no sabe el momento del juicio, uno será dejado. Esta sí es una inversión de la enseñanza del Nuevo Testamento, la cual enseña que el creyente no debería preocuparse por estas cuestiones.


Una seguidora entusiasta de Harold Camping con su carro estampado con el mensaje de Camping: Cristo viene. ¡Agenda la fecha! Nosotrospodemosaber.com
Uno busca términos más creativos, pero siempre regresa a lo mismo: extraño, incoherente, que no se justifica, ilógico, bizarro. Con tonterías como estas, uno no puede culpar a alguien por pensar que es imposible saber con algún grado de certeza lo que la Biblia dice. Especialmente cuando esta interpretación engañosa se ​​convierte en: “la biblia lo garantiza.”
Juntos con Camping
Bueno, tal vez deberíamos ser más condescendientes con Camping. La verdad es que él sólo está aplicando el mismo conjunto de incoherentes principios de interpretación bíblica que muchos pastores evangélicos practican cada semana cuando preparan sus sermones dominicales: Hacer grandes e injustificadas suposiciones sobre el propósito y la naturaleza de la biblia, leer estos supuestos en frases al azar (asegúrese de ignorar por completo el contexto), y a continuación usar otro conjunto de versos para hacer declaraciones al azar acerca de lo que la gente debe hacer y pensar. Luego a esto lo llaman “la Palabra de Dios.” La única diferencia es que Camping tiene una obsesión con el fin del mundo. Así que no es de sorprendernos que haya tanta gente dispuesta a creer estas tonterías de Camping. Ya que, ¡todos ellos han sido enseñados a interpretar la biblia de esta manera en iglesias evangélicas!
Lo que nosotros como cristianos necesitamos es darnos cuenta que “ser bíblico” no puede sólo significar sacarle cosas a la biblia, o citar la biblia en un discurso, o usar palabras y frases que aparecen en la Biblia para escindir teorías poco probables. Al contrario, ser bíblico significa aprender lo que la biblia enseña. Y la Biblia no enseña nada de esto por lo que Harold Camping está haciendo tanto alboroto.
Fuentes:
Por Rob Haskell -  Director de Senderis, autor y conferencista. Puede ver sus conferencias en la sección de eventos. Categorías: Apologética, Biblia, Escatologia, Exégesis, Interpretación, Noticias, Salvación, doctrina Etiquetas: , , , , , , , , , , , ,

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